Al ser un tratamiento mínimamente invasivo, la punción seca no utiliza sustancias inyectadas, lo cual la diferencia de otros procedimientos con agujas. Su objetivo es liberar la tensión acumulada en los puntos gatillo, que son pequeñas áreas de contractura en el músculo que generan dolor y limitación. Tras la sesión, los pacientes suelen experimentar una notable mejora en su flexibilidad, reducción del dolor, y mayor comodidad en la zona tratada.
Para muchas personas, la punción seca se ha convertido en una herramienta esencial dentro de su rutina de recuperación o mantenimiento muscular. La técnica también es útil en deportes de alto rendimiento, ya que permite aliviar las tensiones provocadas por el esfuerzo físico intenso y ayuda a prevenir lesiones recurrentes.
Si estás considerando la punción seca, consulta a un fisioterapeuta cualificado para evaluar tus necesidades y diseñar un plan de tratamiento adecuado. La correcta aplicación de la técnica asegura resultados positivos, minimizando cualquier riesgo. Además, combinarla con ejercicios de fortalecimiento y estiramientos puede potenciar sus efectos y contribuir a una recuperación más rápida y completa. Aprovecha la punción seca para mejorar tu bienestar muscular y reducir el dolor de manera efectiva.